Un lugar más perfecto.

Me encantaba soltar el globo en una feria y ver cómo subía rápidamente hacia el cielo. Ver cómo iba desapareciendo y preguntarle a mi madre: Mamá, ¿Hacia dónde van los globos? Y siempre me decía: Hacia un lugar más perfecto que este. Y sí, actualmente estoy de acuerdo con ella, porque aquí, nada ni nadie es perfecto.

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